Desaparición de Organismos Autónomos …
¿necesidad o necedad?
Por: Benjamín Sánchez.
En la última semana, ha recobrado fuerza el debate sobre la propuesta del Presidente de la República por desaparecer más de 100 organismos autónomos que aún forman parte de la estructura orgánica del Gobierno Federal.
A pesar de ser un tema anunciado el año pasado, hasta ahora se ha quedado solo en idea mediática, ya que a la fecha no se ha presentado una propuesta concreta; situación diferente a lo que ocurrió con la desaparición de más de 300 fideicomisos y fondos públicos, los cuales fueron extinguidos y sus fondos recuperados y transferidos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
En la lista se encuentran organismos de todo tipo, si bien algunos creados en los últimos dos sexenios, algunos otros cuentan con trayectoria, reconocimiento y prestigio a nivel nacional e internacional; tal es el caso del Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL), el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPED) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), solo por mencionar algunos.
Lo cuestionable, es que muchos de los argumentos hasta ahora presentados por el Presidente, no justifican la propuesta; si bien es cierto algunos de ellos presentan niveles elevados de corrupción o resultan onerosos para el aparato gubernamental en comparación con los resultados que ofrecen, también es cierto que muchos de ellos ofrecen beneficios directos e indirectos para la sociedad, sin mencionar que en todos, existes una estructura de mujeres y hombres, servidores públicos que cuentan con familias, que su único sustento es su empleo.
Por ello, lo que verdaderamente preocupa, es que hasta ahora no exista un análisis serio que refleje la viabilidad de mantener o extinguir alguno de estos organismos autónomos.
Quiero aclarar que con estas reflexiones, no expongo mi punto a favor o en contra, quiero mantenerme congruente en mis comentarios, ya que no puedo emitir juicio si no se han realizado los estudios y análisis respectivos para determinar si es viable o inviable la permanencia de ciertos organismos.
No cabe duda que en México contamos con uno de los aparatos gubernamentales más obesos que existen en el mundo; donde no solo organismos, sino hasta Secretarías de Estado, seguramente no justifican su permanencia, especialmente en función de los resultados que generan, lo engrosado de su estructura y lo elevado de sus nóminas.
Por el contrario, existen organismos con reconocimiento a nivel internacional, como el caso del INE, que si bien en el pasado ha sido cuestionado su actuar, en los últimos 20 años ha logrado consolidar su trabajo y su papel como una institución garante de nuestra democracia; logro que ha dado como resultado que en este periodo, nuestro país haya experimentado dos alternancias en el Poder Ejecutivo, reflejando la consolidación de una cultura democrática en la sociedad.
Lo que hasta ahora hemos tenido, son ideas mediáticas, incluso en ocasiones, hasta necesarias cuando el Presidente requiere de una salida a una pregunta incómoda de la presa en sus mañaneras. Lo que se requiere, es un verdadero estudio de viabilidad para mantener o extinguir tal o cual organismo, pero éste, deber ser producto de un análisis a profundidad, con la mayor seriedad, utilizando procedimientos y herramientas administrativas probadas, y no con inventos u ocurrencias mediáticas.
Una reingeniería administrativa, es un procedimiento (avalado y comprobado), que consiste rediseñar los procesos al interior de una organización, con el fin de instaurar una mejora continua que permita administrar eficientemente sus recursos, en aras de obtener mejores resultados y alcanzar sus objetivos institucionales …. justamente ésta es la diferencia entre proponer cambios administrativos o necedades administrativas.
Claro que es posible realizar todos estos cambios, lo que se requiere es que se hagan con conciencia, ya que incluso alguno de ellos demandarán reformas constitucionales. Debemos pasar de la improvisación y la ocurrencia, a la prudencia y la congruencia; es aquí donde radica la diferencia entre proponer un cambio por necesidad más que por necedad.
Por ello, sostengo que en México hace falta seriedad en la propuesta y conocimiento en el análisis.
Gracias, espero sus comentarios.
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