Una Pandemia de Héroes y Villanos
Por Benjamín Sánchez
Desde el descubrimiento de la nueva sepa de coronavirus, llamado COVID-19, en la localidad China de Wuhan a finales del año próximo pasado, comenzó la etapa masiva de contagio a escala mundial, hasta ser considerada, la pandemia más letal del último milenio. Aquí es donde podemos hacernos una pregunta transcendental, ¿ésta etapa de contagio masivo pudo haberse evitado?
Es difícil dar una respuesta clara ante la globalización y la accesibilidad de los medios de transporte, pero en pocos días, y ya en el mes de enero de 2020, el contagio alcanzó a una de las principales ciudades de Europa, incubando en Italia y siendo su nido para esparcirse por varias ciudades europeas. Los contagios iban a la alza y solo bastó un mes para que sus efectos letales llegaran a Latinoamérica.
En nuestro país, febrero marco la presencia de los primeros contagios y ante la poca información acerca del manejo del virus y del cómo actuar para evitar una propagación masiva, se comenzó la etapa de contagio a gran escala. Si bien la experiencia en China no abundaba medidas de contención exitosas las cuales implementar en México, por deducción, si pudimos observar las medidas adoptadas que no rindieron el éxito esperado, pero sin embargo, copiamos modelos y medidas que no dieron los resultados deseados; por ello, actualmente nos encontramos, en el 6º lugar mundial con el mayor número de casos positivos, en tan solo 5 meses.
¿Cómo llegamos a este lugar?, pues tan solo el viernes pasado, de acuerdo al corte emitido por la Secretaría de Salud Federal, México rompió nuevamente su récord de contagios por COVID-19 en un solo día con 7 mil 615 nuevos casos; para el corte de este domingo, el país ya registra 344 mil 224 casos positivos y 39 mil 184 fallecimientos. Por lo que respecta al Estado de Veracruz, se tienen confirmados como positivos 16 mil 787 casos, presentes en 188 municipios, registrando 2 mil 201 fallecimientos. Para Coatepec, se tienen registrados 92 casos confirmados como positivos y 17 lamentables defunciones.
Éstos no son solo números, hablamos de personas, seres humanos que sufrieron los estragos de una enfermedad con la tasa de letalidad más alta. ¿Existen responsables?, desde luego que los hay, pero al igual, existen valientes; por ello, se me hace acertado nombrar este artículo “Una Pandemia de Héroes y Villanos”.
Decir que el Gobierno Federal es el responsable directo del contagio masivo, considero que es temerario, más no equivocado, toda vez que somos nosotros, en lo individual, los que debemos guardar cada una de las medidas sanitarias para evitar ser contagiados. Lo que sí se le puede criticar al Gobierno Federal, es su alto grado de incongruencia, ya que si bien el Presidente de la República delegó al Subsecretario de Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, y no a su titular el Doctor Jorge Alcocer Varela, la responsabilidad en el manejo de la pandemia, de las estrategias a seguir para evitar contagios y ser la fuente oficial de la numerología del COVID-19 en nuestro país, también es cierto que uno de sus primeros y principales cuestionadores fue el propio Presidente López Obrador.
Se recuerda bien cuando al inicio de la propagación del virus, cuando López-Gatell determinó el distanciamiento social (convertido después en “Sana Distancia”), para después decretar el rotundo “Quédate en Casa”, ante la multiplicación de los casos positivos, el Presidente de la República, incitaba a las y los mexicanos a continuar con sus actividades normales, un acto claro de rebeldía y contradicción institucional.
Un par de meses después, la escena de repetía, cuando el Presidente de la República comenzó a hablar de que la curva se estaba aplanando y que existían las condiciones para iniciar la llamada “Nueva Normalidad”. Sin embargo, los números de López-Gatell reflejaban un escenario totalmente distinto, diciendo que en México los contagios se multiplicaban a gran escala diariamente; la incongruencia institucional se veía día con día, por las mañanas el Presidente López Obrador informando que las actividades que retomarían con normalidad y por las tardes Hugo López-Gatell informando que debíamos continuar resguardándonos y que no se consideraba una buena medida el iniciar la “Nueva Normalidad”.
Esta incongruencia institucional, originada y alimentada al interior del propio Gobierno Federal, fue traslada a los Gobiernos Estatales, cuando el Doctor López-Gatell informa el retiro temporal del Semáforo Sanitario, justificando que los datos proporcionados por los Gobiernos de los Estados, no era confiable y era necesario verificar y confirmar su confiabilidad. Fue este momento donde existió un quiebre y un rompimiento de diversos Gobernadores con el Gobierno Federal, al grado de contradecir las medidas dictadas en últimas fechas, en cuanto a la semaforización para retomar actividades esenciales en los Estados.
Muestra de ello, es que ante la última semaforización dada a conocer por López-Gatell, en la que Baja California Sur, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Yucatán y Zacatecas regresarían al nivel máximo de riesgo, es decir, semáforo rojo, los Gobernadores de estos Estados, desconocieron la medida y anunciaron que continuarían en semáforo naranja y que tomarían decisiones particulares de acuerdo a sus propios Consejos Estatales de Salud. Incluso, a esta medida se le sumaron Gobernadores aliados de la 4T, como Tabasco y Puebla, quienes no solo cuestionan y critican los criterios de López-Gatell, sino que además, desafían al propio Gobierno Federal al decidir, unilateralmente, que tomarán decisiones propias para determinar el retorno a la Nueva Normalidad.
Por otra parte, la población, es decir todos nosotros, contamos con un cierto grado de corresponsabilidad en la propagación de este virus, ya que dejando de lado las actividades esenciales y a todas aquellas personas que tienen la necesidad urgente de salir y trabajar, también hemos visto personas irresponsables que no han tomado en serio las medidas de prevención sanitarias; ya que seguimos observando una movilidad de personas con cierta normalidad, incluso, distintas zonas turísticas se han visto con afluencia de personas, algo que sin duda solo puede llamarse, un acto de irresponsabilidad ciudadana.
Por otra parte, hay que decir que en el trato y manejo de esta pandemia también existen mujeres y hombres que deben ser reconocidos como héroes; me refiero a las y los doctores, a las y los enfermeros; así como a todo el personal administrativo y de vigilancia que día a día combaten los efectos de este virus en hospitales y clínicas. Héroes que atinadamente han sido llamados Ángeles Blancos, que anteponiendo su salud y la de sus familias, atienden a cada una de las personas bajo contagio; ésta es una labor que debemos reconocer, enaltecer y dignificar. Es un privilegio que contemos con personal médico capaz, profesional y ante todo, con total calidad humana. Muchas gracias a todas y a todos.
Tenemos claro que esta pandemia ha venido a cambiarlo todo, que sus efectos en términos de salud siguen siendo letales; pero además, que el impacto económico que ha generado en las familias, es un golpe muy fuerte al bolsillo y a la boca de muchas personas. Ante ello, como Ayuntamiento, hemos tomado medidas de apoyo para el sector comercial, como la reubicación de distintos negocios, evitando con ello la aglomeración de gente; además, hemos sido tolerantes en los horarios de los negocios fijos, pero asimismo, también hemos tomado determinaciones serias y medidas sanitarias para salvaguardar y proteger la salud de las familias.
Adicionalmente, en lo personal, como parte del Cabildo, como coatepecano y como ser humano, he encabezado distintas campañas de ayuda y de apoyo para las personas, en especial, aquellas que se encuentran en vulnerabilidad. Junto con mi equipo de trabajo, hemos repartido cubrebocas, despensas y aquellos apoyos sociales que ahora más que nunca, requieren para subsistir.
Si bien es cierto hay voces que reclaman y critican que como servidor público no se debe realizar ningún acto social que utilice la necesidad como estrategia de promoción personal y política, nosotros, dentro de la Regiduría Octava, vemos estos actos con profunda, total y sincera, sensibilidad humana. Si servidor público significa servicio al público, es justamente lo que nos mueve a servir a la población y así lo seguiré haciendo por convicción personal y con la calidad humana por delante.
Amigas y amigos, esta pandemia es responsabilidad de todas y de todos, cada uno de nosotros tenemos en nuestra manos y nuestras decisiones, la oportunidad de frenar los contagios y parar definitivamente este virus. Aún no podemos aligerar las medidas sanitarias, debemos fortalecerlas para reducir el periodo de pandemia. Debemos exigir congruencia institucional en las autoridades, pero a la vez, asumir una responsabilidad ciudadana seria, y juntos, encarar esta pandemia con total corresponsabilidad social; todas y todos juntos, podemos parar los contagios.
Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario