domingo, 25 de octubre de 2015


El bulto juguetón de Monte Blanco


Por Elizabeth Duran Luna Alumna del QUINTO SEMESTRE del TEBAEV Monte Blanco.

Cuenta la gente que en Monte Blanco pasan muchas cosas raras, que espantan mucho, y pobre de aquel cristiano que ande solo en la noche por las calles de este pueblo porque nadie sabe lo que se le pueda aparecer.


La gente de ese lugar sobre todo los adultos ya grandes acostumbran ir muy temprano al molino para hacer los bastimentos y en una de de esas cuenta mi abuelita que un día venia muy apurada para el molino cuando de repente por la casa de doña Vicenta salió un bulto oscuro muy juguetón, este no es un bulto de los que conocemos de frijol o maíz sino que es la silueta de una persona ya fallecida que no tiene forma solo es su sombra por eso el nombre, ella se asusto mucho pero como no era la primera vez que la espantaban siguió su camino por la calle principal hasta llegar al molino; pero en ese transcurso pudo observar que el bulto seguía su camino por toda la calle principal con dirección hacia abajo; ella llego al molino pero el bulto prosiguió su camino para abajo hasta que lo perdió de vista.

Ella llego a su casa y le conto todo a mi abuelito este no le creyó pero ella estaba segura de haberlo visto.

Paso el tiempo un año para ser exacto cuando en el molino platicando escucho mi abuelita que las mujeres que estaban que la madrugada anterior unos hombres  que venían de tejerías que  iban para su trabajo vieron que por el callejón de los García vieron que en dicho callejón se metía una sombre de un difunto ellos se asustaron mucho pero lo sucedido se lo contaron a la gente de Monte Blanco; la gente no creía pero mi abuelita estaba segura que lo que habían visto aquellos hombres era también lo que ella había visto un año atrás.

Paso el tiempo y no se volvió a ver ese bulto hasta que paso un año más y ese bulto o espíritu volvió a recorrer la calle principal de Monte  Blanco y se descubrió que recorre toda esta calle hasta  llegar al callejón ya mencionado y en ese lugar se desvanece.

Nadie sabe por qué este espíritu recorre este camino lo que sí se sabe es que solo pasa una vez al año pero no asusta a nadie pero si esa noche del año andas por esta calle corres peligro de ver este bulto juguetón. 

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