Espacio 13
David Varona…
“… del otro lado del puente, de la Piedad Michoacán, vivía Gilberto el valiente, nacido en Apatzingán… “, o “voy a cantar un corrido sin agravio y sin disgusto, lo que sucedió en Tres Palos, municipio de Acapulco, mataron a Simón Blanco…”. Así preferíamos recordarlo, como toda su vida, bromista, dado a los corridos acompañado de mariachis, incluso en alguna de las decenas de ocasiones, al compás de un salterio, allá en La Peralvillo en la ahora ciudad de México, ese restaurante en donde se ofrece el mejor cabrito asado, o en Casa Bonilla bajo las trompetas y guitarrón de Eufrasio, el mismo que dirigía Rosalino, siempre elegante y cumplidor…
En ese féretro, en el fondo de la sala dos, de Velatorios Tepeyac, en la ciudad de Xalapa, estaba mi compadre David Varona Fuentes, a quien conocí y traté en la ceremonia de graduación de la generación nuestra, en 1970 en la Facultad de Periodismo, ahí me lo presentó Albino Moctezuma Viveros y Varona acompañaba al entonces gobernador de Veracruz, Rafael Murillo Vidal… David ya dirigía el Semanario La Gazeta de la ciudad de Xalapa.
Ahora estaba David mi compadre, en ese ataúd el cuerpo muerto de quien por muchas décadas se dedicó al periodismo y al difícil campo de la política y si algo debo reconocer en David Varona, su audacia. Esto no se discute y gracias a ello, se logró infiltrar en el tenebroso misterio y sendero de los petroleros, convenciendo al líder y guía moral del sindicato de Pemex, Joaquín Hernández Galicia, de que algunos planteamientos de secciones petroleras del país, eran más correctas, me refiero a los lineamientos y grado de poder de cada uno de los dirigentes, entre ellos, Chico Balderas, quien llegó a ser compadre de Varona, Escobar en Las Choapas, Sebastián en Minatitlán, Ricárdes en Agua Dulce y en Salina Cruz, Alfredo López Ramos…
Estuve presente en su velorio, acompañado de mi hija, la mestra Sagrario, ahijada de David, platicaba con su hija Eva, La Varonita, con Luis Donaldo, su otro hijo, me insistía en ver su imagen por última vez, misma respuesta… prefiero recordarlo así cono en aquellos años de viajes en avión de Coatzacoalcos a Xalapa, y de Minatitlán a la ciudad de México… Tribuna del Sur de Coatza en donde llegó a ser director, tenía avión al servicio y los reporteros y fotógrafos realizaban reportajes y cubrían eventos políticos utilizando la vía aérea sobvre todo cuando se trataba de eventos en la ciudad de México o de Ciudad Madero , Tamaulipas.
Por cierto, para que se tranquilice el amigo y en aquellos años del 83 y 84, jefe de fotógrafos, un tal Palafox, debo manifestarle que “ese famoso compadre de Varona, nativo de Teocelo”, soy yo y seguimos en lo mismo para lo que estudiamos y egresamos de la Facultad de Periodismo, y sí acompañé a la familia de David Varona en el velorio y no como otros colegas a quienes apoyó, incluso más que a mí, no los vi presentes. Ni quienes de decían sus amigos y los designó delegados de Tránsito. A colegas de la ciudad de Xalapa de los principales diarios impresos, a quienes les daba fuertes cantidades de dinero, muchos de ellos con departamentos en Xalapa Dos Mil, obsequiados por Dante Delgado a través de Varona.
Antes de retirarme de la sala de velación, esa noche de sábado de frío y de lluvia en la capital del Estado, a insistencia de La Varonita, le dije:
“Acompáñame ante los restos de tu papá, sí me despediré de él porque sentía unas ganas inmensas de llorar, dijera la canción de collar de perlas, pero tu papá, hija, me lo impide… “no llores pinche compadre”. Fuimos. Esperaba ver el rostro de mi compadre, no sé, triste, afligido, duro. No. Le dije: “compadre nos vemos, vine a despedirme de ti y que Dios te reciba a toda madre”. Sonrió levemente.
Sus ojos cerrados y sus labios tiesos, se abrieron para decirme: “Quienes están compadre aquí presentes” ? A los que apoyaste no están, los que se acercaban a ti en tiempos de gloria brillan por su ausencia.
La Varonita me abrazó y posando su cabeza en mi hombro derecho, me dijo con tanta tranquilidad:
“Pero está usted licenciado, su compadre, casi su hermano,, su ahijada Sagrario, y estamos sus hijos quienes continuaremos la labor periodística de mi papá, dejó proyectos que intentaba realizar este año, pero mira, así es esta corta vida”.
A los nueve días apenas le escribo unas cuantas palabras de tanto que se tiene que comentar del siempre polémico David Varona, director de La Gazeta de Xalapa, de Tríbuna del Sur de Coatzacoalcos, Regente de la Editora de Gobierno de Veracruz, Director de Tránsito, capitán del equipo de fútbol Xalapa Oro del Ferro, y jugador de Chinineros,
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