miércoles, 1 de julio de 2015

Entre Columnas





México; la ofensiva desigualdad.
Martín Quitano Martínez
 México es el país de la desigualdad.
 En ninguna parte existe una desigualdad más espantosa en la distribución de la fortuna, de la civilización.”
Alexander Von Humboltd
1769-1859

Es la desigualdad marca distintiva de un modelo económico que domina el escenario mundial, es la condición que define las circunstancias de reproducción de un patrón de relaciones socioeconómicas que privilegian la vida de muy pocos a expensas de la mayoría; en los últimos 40 años México ha profundizado sus niveles de desigualdad, de concentración del ingreso, pero nunca tanto como ahora.


El lúcido documento que presenta la Organización No Gubernamental OXFAM México con autoría de Gerardo Esquivel sobre las condiciones que prevalecen en nuestro país, dejan muy en claro esas “normales” contradicciones de unas relaciones económicas donde el proceso de concentración se ha venido dando a cada vez mayor nivel.

El capitalismo salvaje expoliador, ni más, ni menos, porque los datos son contundentes; si para 2014 las “85 personas más ricas controlaban tanta riqueza como la mitad más pobre de la población mundial, un año después, para enero del 2015, el número se había reducido a 80”  El documento deja claro que la mayor preocupación del foro económico mundial es precisamente la profundización de la desigualdad.

Nuestro caso mexicano es angustiante en una revisión mundial desde cualquier punto de vista por las palpables muestras de voracidad realmente existente del modelo dominante, donde existen más de 23 millones de habitantes que no pueden adquirir una canasta básica junto con uno de los hombres más ricos del mundo.

Es México el país 107 de 132 como más desigual y se ubica entre el 25% más desigual del mundo.

En nuestro país, al 1% de los más ricos les corresponde un 21% de los ingresos totales de la nación y según el Global Wealth Report 2014 el 10%  más rico concentra el 64% de toda la riqueza del país.

Aquí no ha crecido el número de multimillonarios en los últimos años, pero si lo ha hecho su nivel de acumulación de riqueza; para 1996 equivalían a 25,600 millones de dólares, hoy esa cifra es de 142, 900 millones de dólares.

Otro dato que cala es que si para 2002, la riqueza de 4 mexicanos representaba el 2% del PIB, entre 2003 y 2014 se incrementó en estos mismos 4 mexicanos, ahora acumulan un 9% del PIB, lo que significa un tercio del ingreso acumulado de casi 20 millones de mexicanos.

Gerardo Esquivel plantea que esos 4 millonarios, a saber, Carlos Slim, Germán Larrea, Alberto Bailleres y Ricardo Salinas Pliego, son algunos de los que más han sido beneficiados de las dádivas del Estado a partir de las privatizaciones entregadas desde el poder, esos son parte de las élites que han capturado al Estado, por falta de regulación o por privilegios fiscales.

Son obvias las implicaciones que hay detrás de los datos que desvelan la situación que priva en nuestro país, las que no solo se circunscriben en el apartado económico sino que impactan lo social y lo político.

Los intereses dominantes que fijan gobiernos para  la corrupción y la impunidad como salvaguarda de sus  estatus,  gobiernos que no logran ejercer una política social a la cual solo podemos calificar de “un fracaso”, junto con un discurso justificatorio de que el crecimiento permearía naturalmente hacia abajo, lo que queda como un mito perfectamente demostrable.

El México profundamente desigual e injusto es mostrado en un documento que bien merece recomendarse y revisar continuamente: Desigualdad Extrema en México Concentración del Poder Económico y Político, estudio que desenmascara los discursos y las palabrerías que hablan de un progreso y una prosperidad que resulta una afrenta por la realidad lacerante que se padece.

 DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA

¡Qué pena! Coatepec enfrascado en el debate de las personas, pero de programas, proyectos y trabajo ni se habla.

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