lunes, 28 de agosto de 2017

Punto de Teocelo - Casa Soto, Relicario de Teocelo.

Casa Soto,
Relicario de Teocelo.




Qué mejor marco puede haber que los momentos presentes, nuestras festividades patronales de la Virgen María, para hacer una remembranza, así sea muy breve, acerca de los personajes que habitaron entre los muros de esta hermosa casona, valiosa no solamente por su arquitectura sino también por la abrumadora carga histórica que atesora en cada una de sus estancias, en cada uno de sus ahora silenciosos rincones.

Por principio es bueno saber que nos encontramos en la que durante largos años fue conocida por nuestros antepasados como “la casa Soto” o “la casa de las Soto”. Un caserón excepcional por su hechura, por su antigüedad, por quienes aquí vivieron, por quienes aquí se hospedaron…
La construcción de esta residencia se remonta exactamente a mediados del siglo XIX, al momento en que don Lázaro Soto Altamirano contrae matrimonio con la teocelana Antonia Mercado, finalizando el año de 1853. Fue el matrimonio Soto Mercado quien dio inicio a la edificación de esta casa, terminada hacia el año de 1870, que con el paso de incontables años habría de convertirse en un sitio emblemático de nuestro Teocelo.
Particularmente relevante de mencionar es el hecho de que el matrimonio Soto Mercado enriqueció su morada con artísticos muebles, espejos y candiles, retratos al óleo, suntuosas herrerías y un piano importado durante la próspera época de la Villa de Teocelo, es decir, muchos años antes de que el ferrocarril de vapor hiciera su llegada a nuestro terruño.
Pero hagamos mención de otros de sus personajes destacados.
Don Enrique L. Soto, nieto de don Lázaro y doña Antonia, fue el primer teocelano educado en los Estados Unidos, haciendo estudios en la Universidad de Princeton. Alcalde de Teocelo entre los años 1908 y 1910, don Enrique ideó y llevó a cabo el trazo y levantamiento de nuestro Jardín público. También impulsó la creación de la Banda Municipal de Música, del Maestro compositor don Fabián Anell Viccon. Y además adquirió para el Municipio el predio ubicado en el costado norte del Templo parroquial, que había pertenecido a su abuelo don Lázaro, para levantar allí el “Mercado Cuauhtémoc”, sitio en donde tantas décadas más tarde se fueron estableciendo el Parquecito Infantil —ahora Plaza de Artesanías—, el segundo Mercado —que ahora precisamente lleva su nombre—, y el Salón social con cancha que hasta la fecha utilizamos.
Doña Bernardita Soto Mercado fue hija de don Lázaro y doña Antonia. Heredera de esta gran casona, en donde transcurrió toda su vida, entregada a obras de beneficencia para nuestro pueblo:
Reconstruyó, con sus propios recursos, la Capilla del Santo Entierro, o Sagrario parroquial, entre los años 1923 y 1924.
Apoyó, así mismo, las arduas obras de reconstrucción del Templo que encabezó el Padre Pepito.

Facilitó su segunda gran casona para hacer realidad el anhelo del Obispo san Rafael Guízar: la creación del Colegio de religiosas “Vasco de Quiroga”, ahora Instituto Educativo Matel.
Formó parte del Comité de reposición del reloj público, fungiendo como Presidenta de las Comisiones de colecta.
Apoyó eficazmente varios otros proyectos de tipo cultural promovidos por el Padre José María López, entre ellos la celebración del Congreso Eucarístico Parroquial en 1944; y la adquisición del órgano monumental en 1960.

Y siempre brindó un cariñoso hospedaje en esta casona a distinguidos eclesiásticos que visitaban a Teocelo, como el Obispo san Rafael Guízar y Valencia; el Prelado Manuel Pío López; y el Padre Federico Escobedo, alto poeta latino, quien declaró que la palabra Teocelo significa “Pueblo de Dios”.
Al unirse en matrimonio con la joven Amparito Soto Hernández, sobrina de Bernardita, el empresario teocelano Raúl Martínez Oëlkers pasa a formar parte de los destacados personajes que han vivido en esta gran casa.

Don Raúl Martínez —como desde siempre le conocimos—, junto con sus hermanos Juan, Antonio, Abelardo y Esperanza Martínez Ruiz, constituyó la empresa exportadora de café más grande e importante de nuestra comarca, posicionando el prestigio del café de Teocelo en los Estados Unidos y Europa.
El 4 de octubre de 1942, el matrimonio Martínez Soto ofreció en esta casa un brindis al Presidente de la República, General Manuel Ávila Camacho, quien llegó en compañía del Licenciado Jorge Cerdán, Gobernador de nuestro Estado, con motivo de la inauguración de la carretera Xalapa – Teocelo.
Don Raúl Martínez presidió el Ayuntamiento de Teocelo entre los años 1952 y 1955, y ha sido uno de los Alcaldes más progresistas de que se tenga recuerdo. Modernizó la red de agua potable de la cabecera. Respaldó ampliamente la gran labor desplegada por la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material, y construyó el nuevo Mercado municipal “Enrique L. Soto”, entre otras obras importantes.
Al lado de su esposa Amparito Soto, don Raúl respaldó en todo momento las labores del Padre Pepito, y apoyó, además, con particular entusiasmo la obra emprendida por el Padre José Melgoza Osorio en Monteblanco, que incluyó la red de agua potable, la edificación de la Casa de los Ejercicios y la construcción del Balneario.
Y legó a la Secretaría de Salubridad la esquina de Independencia Poniente y Juan Díaz Covarrubias, para la edificación de un nuevo Centro de Salud, ahora Hospital.
Don Raúl Martínez y Amparito Soto fueron padres de Carmen Amparo y Raúl Martínez Soto.

Desde su juventud, don Raúl Martínez Soto emprendió una intensa labor de enaltecimiento cultural para éste su solar nativo. Con sus propios recursos adquirió un amplísimo acervo bibliográfico, que incluía enciclopedias de historia del arte, agricultura, historia universal, ciencia y tecnología, así como todo el mobiliario necesario; consiguió de su tío Abelardo Martínez el préstamo de una casona, y de esta manera abrió las puertas de la primera biblioteca pública de nuestro pueblo, que originalmente llevó como nombre “Por un Mundo Mejor”. 
Iniciativa filantrópica que tendría una resonancia sin precedentes, pues durante las sesiones del “Grupo Promotor de Asistencia Social” —realizadas en el seno de esta biblioteca y en las que tomaron parte don José Viccon Castillo, don Antonio Homero Jiménez García, don Jesús Melgoza y muchos teocelanos comprometidos— surgirían proyectos de trascendencia como la Caja de Ahorros “15 de Mayo”, la XEYT Radio Cultural, e industrias cooperativas de vinatería, alfarería y comercio de abarrotes, entre algunos otros.
Unido en matrimonio con Marta Eugenia Valdés, Raúl Martínez Soto donó el predio para el domicilio definitivo de la Radiodifusora XEYT; y obtuvo de su señor padre la donación de los terrenos necesarios para la creación tanto de la colonia Benito Juárez o El Súchil, como de la colonia Los Cedros. De igual manera, la donación de los extensos predios para la creación de los campos deportivos El Magueyal y San Pedro.
El señor Martínez Soto, además, otorgó facilidades para la realización de retiros espirituales en la Casa de la Unión, herencia de su tía Bernardita, y donó finalmente al Arzobispado de Xalapa esa antigua propiedad para la edificación de la actual Casa de la Iglesia Nuestra Señora de la Paz.
Apóstol de la cultura, filántropo, agricultor, apicultor, hombre de corazón generoso, don Raúl Martínez Soto es uno de los personajes más admirados y queridos por nuestro pueblo de Teocelo.
En versos de honda inspiración, Carmen Amparo Martínez Soto volcó su creatividad literaria desde muy joven en las páginas del periódico Civitas, publicado entre 1950 y 1960 aquí en Teocelo. Unida en matrimonio con el empresario don Víctor De Arcangelis DiFolco, ha ido atesorando todo un mundo de recuerdos tanto de su familia como de nuestra localidad, y ha sabido transmitir su cariño por la historia a sus hijos: Víctor, Agnesina, Leticia, Rafael, Raúl Alberto y Marco Antonio De Arcangelis Martínez, quienes se han esmerado en la conservación de esta bella casona, y hoy nos honran con su hospitalidad y su amable presencia. ¡Les damos las más completas gracias!
Teocelo, 13 de agosto de 2017.

M.J.P.

























1 comentario:

  1. Me ha conmovido encontrar en ésta publicación, siendo la fotografía más antigua con un grupo de antepasados míos, todos de Teocelo, verán, soy tataranieto de la Sra. María de Jesús Soto Mercado (no se identificar quien es en la foto familiar Soto Mercado), mi bisabuela tuvo el nombre de Ernestina Viruéz Soto quien al dar a luz por segunda ocasión, unas gemelas en 1918, fallece presumiblemente por la influencia Española. Actualmente armo un libro que atestigüe la injusto trato que se le dio a mi abuela, la bisnieta sobreviviente de dichas gemelas a partir de su nacimiento, solo por haber nacido mujer a inicios del siglo pasado.

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